Friday, September 21st 2012

Causan Sensación Pacquiao y Márquez en México

Ante más de 10,000 personas reunidas en la arena Ciudad de México, ubicada en Azcapotzalco la vieja capital de los guerreros Tepanecas, en el Distrito Federal, JUAN MANUEL MÁRQUEZ advirtió que a sus 39 años todavía está en edad de obtener la victoria que los jueces le han negado sobre MANNY PACQUIAO.

Pacquiao-Márquez se enfrentarán el próximo 8 de diciembre en el MGM de Las Vegas, Nevada en una promoción de TOP RANK, Zanfer y Tecate y será transmitida por HBO en PPV y en México por Azteca 7, La Casa del Boxeo.

En la meca de una de las tribus más aguerridas de la era prehispánica, rival de los Mexica y Texcocanos, ahora sede de un rastro y un mercado donde todavía se expende pulque, la bebida milenaria sacada del Maguey para los Tlatoani del Imperio Azteca, el guerrero mexicano Juan Manuel Márquez se comprometió a realizar la mejor preparación de su vida para conseguir el anhelado triunfo.

Más de tres horas esperaron mujeres, hombres y niños la entrada al más importante recinto de espectáculos del país sólo para ver de cerca al boxeador mexicano más popular del momento y su rival del 8 de diciembre, Manny Pacquiao considerado el mejor libra por libra del mundo.

Ante un escenario que lucía pletórico, los aficionados esperaron lanzando porras a Márquez y abucheos a Pacquiao, mientras por las gradas circulaban las famosos nieves de sabores mexicanas, las manzanas cubiertas de caramelo y chile,  los esquites, que son dientes desmenuzados de grano de maíz hervidos y por supuesto las palomitas y los refrescos.

Nada contuvo a la afición mexicana que aplaudió a rabiar la aparición de los protagonistas de la función del 8 de diciembre, cuando Márquez y Pacquiao salieron de dos grandes telones, ubicados en esquinas contrarias, mientras los juegos de pirotecnia se encendían y la música del Ojo del Tigre, de la saga de Rocky, retumbaba en el recinto.

Fue el propio BOB ARUM el primero en reconocer lo esplendoroso del escenario de la Arena Ciudad de México, “digno de cualquier espectáculo”, agregó el promotor miembro del Salón de la Fama ante una multitud que sólo apagaba sus gritos para escuchar la traducción.

Solos, en esquina contrarias, rodeados de modelos de Tecate, Marquez y Pacquiao, rivales en tres confrontaciones aguardaron durante 45 minutos su turno de hablar, enviando saludos y besos a la tribuna, donde también ondearon algunas banderitas de Filipinas.

Sin embargo, ningún mensaje fue tan emotivo como el de Márquez, quien tuvo que callarse durante 10 segundos, mientras la Arena Ciudad de México retumbaba en una ovación estruendosa para el popular peleador mexicano.

La gritería se multiplicó aún más cuando Márquez acudió al popular refrán mexicano “Viejos los cerros” para callar a quienes lo consideran un boxeador acabado a sus 39 años de edad.

Al final, ambos boxeadores posaron frente a frente ante los miles de medios de comunicación, mientras la multitud los vitoreaba por última vez antes de abandonar el recinto en cuyos alrededores ya se vendían las camisetas, los vasos tequileros y las películas piratas de la trilogía de peleas de Pacquiao y Márquez, a menos de un dólar la pieza.

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