Wednesday, January 20th 2016

ANALIZA ESTO: Pacquiao vs. Bradley

Con el combate MANNY “PACMAN” PACQUIAO TIMOTHY “DESERT STORM” BRADLEY JR. en el horizonte, doctores que se ganan la vida escuchando a personas en sillones tendrán sus oídos animados.

Esto puede ser un combate de boxeo menos acerca de los puños que de las mentes. Si estuviera vivo, Sigmund Freud se convertiría en fan del boxeo en un instante, sólo para ésta pelea.

Estos son peleadores veteranos. Ellos tienen historias en el deporte y en contra uno del otro. Los intentos de sus entrenadores — Freddie Roach para Pacquiao y Teddy Atlas para Bradley – serán mantener el enfoque en jabs y juego de pierna. Pero las nubes del pasado que irán a la deriva sobre ellos en los próximos meses, mientras entrenan para el combate del 9 de abril en Las Vegas, serán difícil de descartar para los dos. Esto es especialmente real porque, a diferencia de muchos de sus compañeros, Pacquiao y Bradley han retenido una aguda función cerebral.

Lo que en tres meses terminará en una ‘trilogía’ de boxeo, comenzó el 9 de junio del 2012.

Esa fue Pacquiao Pacquiao-Bradley I, con la expectación de que el héroe filipino añadiría otro triunfo y cobraría un cheque grande. Él había ganado 15 peleas en línea al momento. Él ERA el boxeo. Sus peleas eran emocionantes, muchas veces eran guerras. A sus oponentes se les hacía difícil que no le cayera bien, incluso aún cuando los destrozaba o los dejaba en sus espaldas, viendo estrellas.

Manny Pacquiao no era solo un ganador, pero un ganador de tal manera que lo hizo la estrella máxima para un promotor, en este caso, Bob Arum de Top Rank.

Pacquiao era amado por todos los estadounidenses, aunque era de la lejana Filipinas y había ido de la pobreza en las calles a las luces brillantes de Las Vegas. Él país masivamente rico y la ciudad masivamente maniaca a la que Arum lo trajo para ganar y deslumbrar, lo aceptó a él y a su historia.

En esa semana de pelea, con la victoria de Pacquiao casi siendo una conclusión inevitable, se las arreglaron para robar la atención de los medios aún con una gran historia de deportes en el este, el intento de el caballo californiano, ‘I’ll Have Another’, para ganar la Triple Corona. Cuando ‘I’ll Have Another’ no se desempeño como se esperaba el día antes del Belmont, Pacquiao ya se había robado los titulares.

Por su parte, Bradley parecía haber sido perfectamente elegido como otro competitivo, atractivo y articulado número en la columna de victorias de Pacquiao. Bradley estaba invicto en 29 peleas, y había ganado ante oposición decente proveída por peleadores tales como Junior Witter, Lamont Peterson y Devon Alexander. Hasta su victoria antes de la pelea con Pacquiao, ante el envejecido púgil cubano Joel Casamayor, lució impresionante para aquellos que no entendían que Casamayor no podía romper ni un cristal de ventana.

Los expertos tomaron todo esto, apuntaron a unos menos-que-impresionantes- 12 nocauts en esas 29 peleas – la mayoría de ellos en casinos pequeños – y asumieron que esta era una pelea pequeña y que sería otro día de paga para Pacquiao y un debut bajo las luces brillantes para Bradley.

Entonces Bradley ganó esta pelea, aunque en una de las decisiones más controversiales de esta era, y el juego cambió.  Igual las carreras y proceso de pensamientos de los dos boxeadores

La decisión estuvo mal. El mundo lo sabía. Uno de los jueces, C.J. Ross, quien tuvo la tarjeta más indignante, se retiró eventualmente. Muchos asumieron que eso fue bajo presión. La decisión había sido ridícula, alucinante. Pero era oficial.

En todo caso, los boxeadores habían manejado la situación mejor que los oficiales y la prensa enfurecida.

Pacquiao, siempre un caballero, dijo que pensó que había ganado, pero felicitó a Bradley y le resto importancia, como una de esas cosas. Bradley estaba en una situación más difícil. ¿Qué se suponía que dijera? Él acababa de ganar un título mundial, había derrotado al rey del deporte – la reclamación de Floyd Mayweather Jr. no estaba presente en ese momento. ¿Estaba Bradley supuesto a criticar los jueces que le acaban de dar todo eso?

Que dilema. El momento más memorable de Tim Bradley se acababa de convertir en su pesadilla. Nunca se le preguntaba como ganó, solo como él podía justificar la decisión.

Las cosas no mejoraron para Pacquiao. Más tarde en ese año, en diciembre 8, en el mismo ring del MGM en el cual los jueces sorprendieron a Pacquiao, Juan Manuel Márquez, a punto de sucumbir a un típica embestida de Pacquiao, hizo lo mismo. Él conectó limpiamente al héroe filipino al final del asalto y lo noqueó.

De repente, a Manny Pacquiao se le había ido el encanto.

Lo que nos trae al 2016, y a tres meses de distancia.

En el ínterin, Pacquiao ganó Pacquiao-Bradley II de manera convincente el 12 de abril del 2014, pero ha perdido más recientemente, en una manera algo humillante, ante Mayweather. Bradley solo tiene esa derrota ante Pacquaio en su record de 33-1-1, mientras alcanzaba victorias entretenidas antes Ruslan Provodnikov, Juan Manuel Márquez, Jessie Vargas y, más reciente a Brandon Ríos, a quien envió al retiro.

Ahora, para cada uno, la pregunta más pertinente parece ser, en vez de cómo estás entrenando, que estás pensando y sintiendo? El tiempo de Pacquiao en el sofá del Psicólogo podría producir pensamientos como:

  • ¿Yo voy hacia abajo y Bradley hacia arriba?
  • ¿Será posible que los jueces estuvieron correctos en la primera pelea?
  • Tengo 37 años. He peleado 65 peleas profesionales. He sido un congresista filipino por dos términos y voy a buscar una silla en el senado en mayo. ¿Qué estoy haciendo en el ring de nuevo?
  • ¿Esta pelea es todo sobre terminar mi carrera de la manera que quería hacerlo en mi pelea contra Mayweather?
  • Si pierdo ante Bradley, tendré que pelear de nuevo, solo para cerrar mi carrera en la manera que quiero, aun así cuando espero estar en medio de más presión por deberes políticos.

No es menos complicado para Bradley:

  • Si pierdo decisivamente otra vez, le quitará algún gozo que pueda retener del primer encuentro; será esa la última prueba de farsa?
  • Si gano y Pacquiao se retira, como dice que hará, seré entonces la estrella de Top Rank, con los beneficios financieros que acompañan.
  • Tengo 32 años, si soy solo carne de caños para el gran final de Pacquiao, ¿Estoy de regreso en Agua Caliente un viernes en la noche, con la madre Lamont Peterson gritando desde la segunda fila por cada puño?
  • ¿He mejorado desde nuestra segunda pelea? ¿Él ha caído?

Y así irán las cosas. Tres meses antes de la pelea. Mucho tiempo en el sofá.

Bill Dwyre escribirá columnas semanales sobre el evento de campeonato mundial Pacquiao vs. Bradley. Bill fue el editor de deportes del The Los Angeles Times por 25 años, terminando en el 2006. Fue columnista de deportes por 9 años y medios en The Times, terminando el 25 de noviembre con su retiro. El boxeo estaba entre sus temas de columnas más frecuentes. Bill puede ser contactado en [email protected] o vía Twitter en @BillDwyre.

Promocionada por Top Rank®, en asociación con MP Promotions, el evento de campeonato mundial Pacquiao vs. Bradley se llevará a cao el sábado 9 de abril,  en el MGM Grand Garden Arena en Las Vegas, Nevada Será producido y distribuido en vivo por  HBO PAY-PER-VIEW® comenzando a las 9:00 p.m. ET / 6:00 p.m. PT.

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