Saturday, February 6th 2016

Freddie Roach y Teddy Atlas: Punto Contrapunto

FREDDIE ROACH Y TEDDY ATLAS: PUNTO CONTRAPUNTO | Por: Bill Dwyre *

Las imagines de TV del boxeo el sábado pasado en la noche fueron de un Jean Pascal de ojos cristalinos y un preocupado Freddie Roach.

Era el final del sexto asalto de una pelea de título de peso semi-pesado entre Pascal y Sergei Kovalev en Montreal, el pueblo natal de Pascal. Ellos habían peleado antes. Pascal quería otro chance y contrató al siete-veces entrenador del año para que lo guiara por la tormenta de fuego esta vez.

Ahora, Roach solo estaba siendo el único tipo de guía que  quedaba. No había necesidad de instrucciones de usar el jab, o agacharse o contragolpear. En la esquina, le estaba diciendo a Pascal que todo había terminado. Roach estaba haciendo su mejor Roberto Duran. No Más, Jean.

Esto entonces, mientras continuamos revisando la pelea del 9 de abril entre MANNY “PACMAN” PACQUIAO y TIMOTHY “DESERT STORM” BRADLEY JR., dispara una discusión en de las responsabilidades, humanidad y sentido común de un entrenador.

Roach y Pascal solo fue una vez. Roach hizo lo mejor que pudo con él ex campeón, pero sabía que Kovalev era una bestia sin piedad. Si estás en la división de Kovalev, tienes la opción de pelear o pararte frente un tren a toda velocidad.

Roach le dijo a Pascal que él iba a parar la pelea. Pascal dijo que no. Él quería un round más. Claro que él lo quería. Los boxeadores son entrenados para ser gladiadores, para batallar hasta la muerte. En este caso, esa no era una preocupación exagerada.

Pascal estaba acabado, terminado, apaleado. Tanto como el puede ser un golpeador salvaje, su chance de conectar a Kovalev con un puño de nocaut era el mismo de que fuese electo como Papa. Roach lo sabía. Le pintó la imagen a Pascal. “Te pueden hacer mucho daño. No puedo dejar que eso pase.

Pero casi lo hace. Roach lo dejo ir. Pascal mostró pequeños espacios de nueva energía, pero era así porque Kovalev se lo permitió, queriendo que Pascal continuara peleando para que él lo pudiera torturar más.

Cuando terminó el round, Roach fue hacia donde el referee Michael Griffin y le pidió que parara la pelea. ¿Fue eso un round muy tarde?

Como en la mayoría de las cosas con Roach, hay una historia interesante. Él se sentó en su gimnasio Wild Card en Los Ángeles esta semana y lo discutió, entre el siempre presente sonido de zapatillas de boxeo y guantes golpeando. Su preferencia al parar peleas – cuando lo haces, como lo haces – cambió en el 2008, cuando el vio como Pacquiao apaleaba a un maravilloso, pero ya mayor, Oscar De La Hoya.

“Yo aprendí, del entrenador de Oscar (Nacho Beristaín), que no hacer,” dijo Roach. “Nacho le dijo a Oscar en la esquina, ‘Voy a parar la pelea, ¿Está bien?’

“No puedes hacer eso. El ‘¿Esta Bien?’ nunca va a funcionar. Él era el mejor pagado boxeador de pay-per-view en el planeta y Nacho le estaba preguntando, en televisión nacional, que aceptara rendirse. Ningún peleador haría eso. Es la responsabilidad del entrenador.”

Lo que inmediatamente levantó la pregunta de, con Pascal, Roach siguió su propia filosofía, aprendida de Beristain.

“Probablemente yo debí haber parado la pelea cuando él me pidió que no lo hiciera,” dijo Roach. “Pero siento que, en una pelea de título mundial, mi responsabilidad es darle a mi peleador un último chance.”

Roach también dijo que hizo algo que nunca había hecho antes.

“Antes de que lo dejara ir para ese último asalto,” él dijo, “Fui a donde el ref y le dije que tuviese un ojo en Pascal. Usualmente, cuando dices eso, ellos paran la pelea en ese momento. Cuando la paré después del último round, el ref (Michael Griffin) me dijo que había hecho lo correcto.”

Roach admitió que estaba preocupado que había hecho algo mal al dejar que Pascal saliera una vez más, y por eso trajo a Griffin en ese momento. En esencia estaba pidiendo al referee que compartieran la responsabilidad. Él admitió eso.

Teddy Atlas, mucho más que alguien interesado, estaba viendo en TV. Él estará en la esquina de Bradley el 9 de abril. Será la primera vez que él y Roach se hayan enfrentado uno al otro en esquinas opuestas.

Atlas, un ex Entrenador del Año en su propio merito, ha vivido estos paros de peleas y es firme en sus creencias.

“Tienes que conocer a tu peleador,” dijo él. “Tú comienzas a tomar esa decisión antes de que aceptes entrenarlo. Y entonces, cuando es tiempo de hacer la pelea, te preguntas si eso hace sentido. ¿Debemos movernos hacia delante?

Atlas habló de dos situaciones.

En una, él paró la pelea, aún cuando su peleador ha sido verificado por el referee y le han permitido continuar.

“Era en el Felt Forum, Madison Square Garden, probablemente 30 años atrás,” dijo Atlas. “El referee estaba sorprendido. Él no conocía al peleador como yo. ¿Cómo podría? El peleador estaba enojado. Cuando fui a poner mis brazos a su alrededor, pude descifrar que no tenía piernas, no tenía control.

“Era mi responsabilidad reconocer eso.”

El peleador quería continuar su carrera. Atlas dijo que no. El peleador consiguió otro entrenador y estaba apunto de entrar al ring otra vez. Atlas ya no tenía el control, pero aún estaba preocupado. Él había escuchado que el pelador lo habían noqueado durante el entrenamiento. El peleador necesitaba un examen físico para renovar su licencia antes de la pelea. Eso le llegó a Atlas. El doctor que hizo el examen físico no permitió la pelea y dijo que los resultados podían haber sido fatales.

“Yo tenía otro peleador peleando por el título supermediano en Alemania.,” cuenta Atlas. “Al final del onceavo asalto, estaba cortado bastante. No había caído, pero había sido golpeado por muchos puños. Y no tenía mucha fuerza en los suyos. Yo no iba a permitir que continuara recibiendo castigo, así que la paré. No había razón. Él no podía ganar.”

El boxeador tenía “25 o 26,” dijo Atlas, y tras su sugerencia, el joven peleador nunca volvió a pelear.

Él confiaba en mi,” dijo Atlas. “Siento que hice mi trabajo. Me dio tristeza, porque sabía que no alcanzaría las metas que se había trazado en el boxeo. Él había llegado a 17-0, pero las cosas cambian. Es un deporte difícil. Tú no puedes ser uno de esos que continúa sin importar lo que pase.”

Atlas nunca recibió su pago por esa pelea. Cuando el peleador tuvo un hijo, le pidieron a Atlas si podía ser el padrino.

“Eso me hizo sentir bien sobre todo,” dijo Atlas.

Atlas está de acuerdo con la filosofía de Roach para parar pelea.

“En eso, Freddie está 100% correcto,” él dijo.

Él no necesariamente está de acuerdo que Roach siguió sus propias reglas con Pascal.

“Lo que es bueno para el ganso es bueno para el ganso,” dijo Atlas. “Él debe recordad lo que dijo de Nacho. Gracias a Dios no pasó nada malo, porque el tipo [Pascal] no tenía chance.”

Una cosa está clara. No habrá duda cuando Pacquiao y Bradley peleen. Pacquiao y Roach son como padre e hijo. Pacquiao ha dicho un sinnúmero de veces que, si Roach ve que él está decayendo y se lo dice, él se retira.

Atlas y Bradley, en tan solo un campamento de entrenamiento y una pelea exitosa ante Brandon Ríos, también se han convertido en casi familia.

“Veo a Timmy como persona primero,” dijo Atlas, “Y después de eso, como peleador.”

Esperen una buena pelea. Esperen las decisiones correctas de ambas esquinas. Mejor aún, esperen que ese tipo de decisiones no sean necesarias, que los peleadores, referee y jueces se hagan cargo de eso.

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